
- Se lavarán bajo el chorro de agua, y siempre agua fría para evitar que suba la escala de mercurio.
- Después se sumergen en una solución antiséptica de tipo jabonoso, como la clorhexidina durante 5 minuto.
- Pasado este tiempo se cogerá uno a uno pasándole una gasa impregnada en clorhexidina.
- Luego se le pasa uno a uno, una gasa impregnada en alcohol de 70 grados, dejándolos en una batea con una compresa estéril en la que depositaremos los termómetros.
- Una vez el alcohol evaporado y el termómetro esté seco, quedarán listos para un nuevo uso.
- Guardarlos en el lugar adecuado para ello.