Para facilitar el reposo y el sueño del paciente es necesario tomar una serie de medidas para favorecer su descanso.
- Mantener al paciente lo más cómodo posible (cama confortable, infusiones relajantes…).
- Reducir al máximo la estimulación ambiental nocturna: luz, ruido, temperatura, olores, etc.
- Realizar sólo aquellas intervenciones consideradas necesarias durante la noche.
- Hablar en voz baja, no encender las luces de forma innecesaria, utilizar piloto de luz y/o linterna.
- Aliviar la causa del insomnio con medicación si fuese necesario.
- Evaluar el tiempo de permanencia en cama, sobre todo durante el día; siempre que sea posible, limitar el sueño al período nocturno.
- Informar de que se apaguen los televisores antes del inicio del sueño