La muerte es el proceso causado por la imposibilidad de mantener el equilibrio homeostático del cuerpo de un ser vivo, conllevando así, al final de la vida de forma terminal e irreversible.
El concepto de muerte ha sufrido variaciones a lo largo de los años. En la antigüedad, se consideraba muerte cuando el corazón dejaba de latir y el individuo no respiraba. En actualidad esta concepción del término muerte ha cambiado, puesto que una persona puede vivir gracias a un respirador en caso de que su fisiología respiratoria fallase. Por ello, se habla de cese de la vida cuando se determina la muerte cerebral.
Para diagnosticar y certificar la muerte de una persona nos basamos en el cese irreversible de las funciones cardiorrespiratorias o de las funciones encefálicas.Así, podemos establecerla a partir una serie de signos: